lunes, 5 de diciembre de 2011

Escribir o no escribir

... That's the question!

Diría el Bardo -curioso que cite a un inglés, cuando en España no es que nos falten poetas... Debe ser la influencia de Hollywood y de la última chorra-película dedicada a Shakespeare, Anonymous (por lo menos no es el cine dogma ni Lars von Trier, que esas sí que son para quedarse sopa en la butaca... les gustan a dos exquisitos y a los críticos, pero por que no les queda más remedio, que si no ¡ni a esos!)

Kirsten Dunst flipando en colores
(o ¿por qué rayos alguien pagaría 8 euros por aburrirse?)

Pero el prolema persiste: actualizar un blog a diario (o casi) no es tarea fácil. A veces no tienes nada que contar que sea interesante, ni nada que compartir. En esos casos lo mejor parece ser no colgar una entrada nueva y esperar hasta que se te ocurra o suceda algo significativo, que puedas compartir con los demás. No creo que nadie se llame a escándalo si confesamos que en Ordo ludicus no somos la excepción a esta norma. Ni siquiera mi verbomanía* logra equilibrar la balanza y hay días que no sé ni que escribir, ni sobre qué hacerlo.

(*Verbomanía: palabro inventado, que describe aquellas personas que usan cien palabras para decir lo que podría ser explicado con diez. Es sinónimo de verborragia y de pedante del copón)

Un domingo cualquiera

Ayer, por primera vez, abrimos la tienda en festivo. La experiencia fue más positiva de lo que esperábamos. Por la mañana estuve ehcando una partida de Urban Sprawl, con tres amigos que se pasaron a visitarme por la tienda. A pesar de un pequeño problema logístico -no pudimos empezar a jugar hasta las 11:30, porque no la tenía montada antes de que vinieran- y de que sólo yo me había leído las reglas, la partida fue muy entretenida y bastante rápida de jugar.



Aunque tuvimos sólo un par de horas para jugarla estuvimos a punto de terminarla. Por curiosidad miré las cartas que nos quedaban por jugar antes de que el evento de los Juegos Olímpicos apareciese (este evento hace que la partida acabe) y sólo eran doce cartas, esto es, apenas tres o cuatro rondas adicionales de juego. Creo que para ser novatos y no disponer de mucho tiempo, demuestra la jugabilidad del Urban Sprawl. Para la próxima partida espero que sea la cosa más rápida.

(De paso se me han ocurrido un par de estrategias muy interesantes. Importante: recordar que jugar una carta que aumente el valor de un terreno es una buena estrategia para bloquear las posibilidades de construcción de tus oponentes ¡Pero hay que contar antes de ponerla si eso va a provocar que les entregues uno de los cargos políticos en las elecciones!)

Por la tarde, mientras Nadal ganaba la Davis para España...

Yo estaba en la tienda, escuchando música y viendo cómo un grupo de chavales jugaban uno de los escenarios del Gears of War. Lo más chocante del juego era ver el esfuerzo que les costaba a algunos de ellos el entender que el objetivo del juego era ganar cooperando entre sí. En nuestra sociedad estamos tan acostumbrados a la idea de competir, que nos resulta especialmente complicado entender que en ocasiones la cooperación es una estrategia mucho más eficaz para lograr los resultados que deseamos.



Al final parece que entendieron que para ganar tenían que colaborar, pero para entonces era demasiado tarde para los humanos. Los Locust habían soltado a la berserker (el escenario era el de la Tienda China) y los soldados se desangraban en el suelo -con la excepción de un solitario superviviente- cuando llegó la hora de echar el cierre y de que cada mochuelo volviera a su olivo.

Y a lo tonto, a lo tonto...

Fue un domingo mucho más agradable de lo que esperaba. Un buen rato con amigos, jugando a un gran juego y luego por la tarde disfrutando de ver a cuatro chavales pasando un buen rato.
Termino ya y es que palabra a palabra y casi sin pretenderlo, aquí tenemos terminada una nueva entrada de Ordo Ludicus, al igual que el famoso soneto de Lope de Vega.

Un soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto:
burla burlando van los tres delante.
 
Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
 
Por el primer terceto voy entrando
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
 
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.

Lope de Vega
PS: Aparte del soneto del Fénix de los Ingenios, os dejo un link a otro blog, en el que aparece una interesante -y equilibrada- reseña del Super Dungeon Explore http://nuadha.6sided.net/2011/12/05/super-dungeon-review-go/ 
Está en inglés, pero creo que merece la pena leerla.
¡Mola!
(Pero ojo con dejar caer los quecos al suelo,
¡que parece que se pueden escorromonciar!)

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